Generalmente la sociedad ha considerado al maestro de la escuela primaria como una persona apta y capaz de fomentar los conocimientos, habilidades y actitudes en los niños. Sin embargo, muchos de nosotros en nuestra preparación docente hemos visto que no únicamente se requiere tener vocación, sino que además la profesión requiere de habilidades especificas, tales como la organización de tiempo y espacio, el manejo y reestructuración de los contenidos de enseñanza de acuerdo a las necesidades y exigencias de los niños.
Por ello se requiere de que los estudiantes que actualmente cursamos dicha carrera desarrollemos y reafirmemos, en algunos casos, dichas habilidades especificas debido a que son parte de los instrumentos necesarios para trabajar como profesor en la escuela primaria.
Si bien es cierto que la comunicación es uno de los principales aspectos a cubrir, también lo es el hecho de que el docente debe mostrar una amplia visión para entablar comunicación estrecha tanto con sus alumnos, los padres de familia y los colegas.
La motivación es otro factor que debe estar dominado por el docente, éste debe de mostrarse capaz para despertar el interés de sus alumnos, generar la curiosidad y sobre todo mantenerlos atentos conforme las actividades propuestas.
Entonces, como una conclusión general, el maestro requiere de dominar no solamente los contenidos curriculares, sino que también debe de poseer ciertas habilidades y capacidades que le permitan la interacción óptima entre maestro-alumno-comunidad, para que no exista algún conflicto por la deficiencia de comunicación, la falta o nula motivación sobre el trabajo o problemáticas referentes a la a la organización de los contenidos, los espacios y el tiempo implementado.
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